En busca de tus ancestros

Los apellidos, los rasgos físicos o los nombres de los pueblos pueden ser pistas definitivas para encontrar tus raíces

El turismo genealógico o ancestral mueve cientos de miles de personas cada año en todo el mundo. A través de él, podremos visitar los lugares relacionados con nuestros antepasados, de donde proviene nuestra familia o nuestro apellido.

Acudir a la raíz de nuestros orígenes, a los pueblos cuya cultura, lengua y oficios conocieron nuestros ancestros: es reencontrarse con nuestra propia esencia, nuestras raíces. Y es que una de las mejores formas de reconstruir la historia es pisar el mismo suelo que nuestros padres, abuelos  y antepasados hicieron, para construir su personalidad.

En Galeota Tourism te proponemos descubrir tu pasado como una propia aventura de la vida: los pueblos de los ancestros, la casa de los tatarabuelos, el paisaje secular del linaje; personas con que compartes apellidos e historias desconocidas de la familia.

Cada estirpe tiene unos oficios, tradiciones, formas de vida distintas. Nuestro modus operandi: llevar a cabo una cuidadosa investigación del pasado familiar, descubriendo y localizando sitios relacionados con los antepasados y preparando un viaje exclusivo y personal, según preferencias y gustos, a redescubrir los lugares importantes para la historia familiar del cliente.

¿Qué ofrecemos?

• Una investigación profesional, seria, con datos y hechos documentados.
• Una investigación personalizada, sobre los antepasados en cuestión, los lugares que habitaron y todo lo que se pueda descubrir.
• Una escapada o un viaje a medida, según preferencias.
• Un guía personalizado, dispuesto a marchar dondequiera que nos lleven sus raíces.
• Un dosier completo de información familiar.
• Y un recuerdo imborrable de una experiencia única.

Nos encargamos de todo: a partir de una información básica, desarrollamos toda la investigación. A partir de entonces, organizamos una salida con todo incluido: alojamiento, visitas, guía personalizado, gastronomía… Todo pensado para que conozcas la tierra de tus antepasados.

El ejemplo: La Carlota y la Alemania de Carlos III

Las repoblaciones del camino real que unía Madrid y Andalucía por parte de seis mil centroeuropeos, fueron promovidas por Carlos III en 1767 para asegurar unas tierras muy afectadas por los bandidos y necesitados de explotación.

Para atraer a estos colonos, el rey promulgó el Fuero de las Nuevas Poblaciones de Andalucía, que les beneficiaba sobremanera, y llevaron a cabo una operación de propaganda que en nada desmerecería las actuales técnicas del marketing.

De este movimiento nació la localidad de La Carlota en Córdoba, fundado por unos 1.600 colonos, y otras como La Carolina, Montizón, Arquillos, Guarromán, Aldeaquemada, Santa Elena, en Jaén; Fuente Palmera, en Córdoba; Campillos en Málaga, o las localidades sevillanas de Cañada Rosal y La Luisiana.

Por ello, al pasear por estos pueblos, existe un significativo rango de población de cabellos rubios y ojos claros, así como apellidos como Reiffs, Hamer, Clat (de Claude), Chofle (de Schöffer), Chups (de Schüpp), Hens, Ots, Tot, Wals, Wic, Hermán, etcétera.

Esta herencia también se ve reflejada en tradiciones como la de pintar huevos cocidos con colores vivos y expuestos en bolsas de croché el Domingo de Pascua; una tradición de origen suizo. En otros pueblos, como Herrería y Fuente Carreteros (Córdoba) siguen conmemorando el día de los Santos Inocentes con los bailes de los Locos y del Oso, ambos de origen tirolés.