Trinidad Grund fue emprendedora ya en el siglo XIX en el sector del turismo en Málaga. Fomentando el municipio de Carratraca y haciendo de guía en la cueva de Ardales, la cual fue de su propiedad en el siglo XIX. para la alta burguesía, que visitaba las aguas sulfurosas del municipio.
Motivos de su traslado a Málaga
Nacida en la ciudad de Sevilla, tuvo que trasladarse a Málaga por motivos importantes entre su padre Federico Grund y el Gobierno de su país. Al llegar a Málaga la familia conoció a Manuel Agustín Heredia con el cuál emprendieron una amistad que llevo al casamiento de Trinidad Grund con Manuel Heredia Livermore, su primogénito varón.
El matrimonio de Trinidad Grund
Trinidad Grund fue durante unos años la mujer más envidiada de la localidad malagueña por contraer matrimonio con el heredero de la fortuna de los Heredia, pero esa felicidad duró pocos años.
Su marido murió en un accidente durante una cacería. Aunque muchas fuentes aseguran que la muerte de Manuel Heredia hijo fue un suicidio por la situación familiar.
Desgracia Familiar
Tras la pérdida de su marido, falleció su hijo mayor por complicaciones de una intervención quirúrgica.
Después de esto decide junto a sus dos hijas y cuñados viajar a Sevilla por la feria para disfrutar de unos días de vacaciones e intentar olvidar la depresión causada tras el fallecimiento de su hijo y su marido. En su viaje en barco hacía Sevilla sufren un accidente al chocar contra otro barco y sus dos hijas pequeñas fallecen ahogadas.
Trinidad Grund emprendiendo en el siglo XIX
Tras las devastadoras desgracias que se sucedían, Trinidad Grund realizo un giro de 360º en su vida, se trasladó a Carratraca y comenzó a invertir toda su fortuna en obras benéficas.
Entre las obras que realizo se encuentran: El asilo de San Manuel, Construyó el Cortijo Jurado, el colegio La Goleta, el asilo de los ángeles, la capilla del Hospital civil… Las cuales la llevaron a que le otorgaran la Banda de Damas Nobles de la Orden de María Luisa por la reina Isabel II.
En Carratraca Trinidad construyó su palacio el cual a día de hoy es el ayuntamiento de la localidad. Desde allí en su mirador observaba el mar y con él un recuerdo dorado de años atrás.
En esta localidad comenzó su etapa emprendedora dentro de la alta burguesía, abriendo el pueblo al turismo. Construyó casinos, una plaza de toros, organizo visitas guiadas a la cueva de Ardales y creó su propia moneda.
En pocas palabras una gran emprendedora del siglo XIX para nuestra ciudad Malagueña.